martes, 1 de noviembre de 2011

Tienes todas las armas necesarias. Asi que ahora... ¡Lucha!

1 de Noviembre, dos meses y un tantico, es el tiempo que llevo fuera de lo que por 22 años fue mi hogar. Ahora tengo las armas correctas para lanzarme en una aventura en la que YO soy la que construye un hogar y le da un nuevo sentido a la palabra LIBERTAD.

He visto una cantidad de películas en las ultimas semanas, me gustaría compartirlas en este espacio, pero no tengo el tiempo suficiente para hacerlo y no muy orgullosa de eso, me tomo un ratico para publicar una de las muchas que vendrán. Se termina el mes de la excusa para ser quien quieras ser y con el viene este recomendado filme "Sucker Punch".

Un destello de muy bien elaboradas imagenes en formato 2D. Es un juego de vídeo en el que no juegas, solo disfrutas del festín visual. La historia es solo una excusa que el director utiliza para hacer de un largometraje una explosión de escenas de acción. Un buen juego de actores, vestuario, escenario y una historia poco explorada, sin embargo una buena elección para pasar un buen rato. Y claro la banda sonora para mi es de lo mejor, una serie de canciones conocidas llevadas al tono perfecto para ambientar la película.

Filme Americano de 2011, genero Fantástico, director Zack Snyder


la!

domingo, 31 de julio de 2011

CAPITULO VII. SALIENDO DE LA CUEVA

 

Le prometí encontrar la luz para que saliera de allí, el tiempo, el olvido y la compañía incondicional que estaba dispuesta a darle iban a ser las armas para lograrlo. Lucia, con los ojos empapados acentuó y agradeció encontrar alguien como yo. Su soledad tal vez empezaría a terminar en ese instante. Cerró los ojos y durmió. Esa noche yo era el guardián de sus sueños. Bajé mi cuerpo para que estuviera paralelo al suyo de espalda, nunca deje de abrazarla. Tenerla así era el mejor regalo, su cuerpo, su calor, su delicadeza me maravillaban. Hubiera querido que esa noche no se terminara nunca pero los días que siguieron fueron mejores.

Conocimos todos los rincones de la ciudad, nos llenamos de osos de goma cada vez que teníamos dinero. La llevé a conocer los sitios más altos y verdes, puedo decir que Lucia conmigo si voló en realidad. Recuerdo ese día en la montaña rusa gritaba extasiada, eso fue lo mas cerca que yo la llevé del cielo. Esos meses fueron los mas exquisitos y vibrantes que vivimos, para cuando se acabaron esas vacaciones la realidad nos esperaba y lo que tanto temí sucedió, Benjamín la llamó, le pidió que se volvieran a ver y ella con ese inmenso cariño que aún sentía, flaqueó. Lo consultó conmigo, yo estuve en desacuerdo con su decisión, tenía miedo que la persuadiera y volviera a caer en el piso para que él pasara de nuevo por encima de ella. Lucia me juró que era el final, que se sentía capaz de terminar con esa adicción y poderle decir "adiós".

Me pidió que la acompañara y la esperara, yo no podía negarle nada así que accedí. Se veía bellísima, un vestido verde que dejaba sus hombros al descubierto, al igual que sus lindas piernas y con el toque de rudeza que le daban ciertos accesorios a su innegable ternura. Me carcomía de cólera el pensar que se veía así para él. La acompañé hasta un par de calles atrás de donde vivía, me pidió que confiara en ella y me mostró una rosa en plastilina que llevaba en la mano izquierda, le pregunte que significaba eso y me dijo, –esto marcó el inicio de una ilusión y también marcará el final de mis tristezas –. Sonrió y se despidió agarrando mi rostro y llegando casi a mi cuello con su mano derecha, mojó sus labios y los planto en mi mejilla, volteó y se dispuso a pasar la calle, paró a la mitad y se inclinó para recoger algo que tiró sin querer. La calle estaba sola pero de la nada salió un automóvil color vino que venía a una velocidad que ni siquiera le permitió ver su inevitable final. Aún retumban en mis oídos el sonido que emanaba el golpe del auto con su frágil figura. Poseo la imagen intacta de su cuerpo tumbado unos metros adelante del lugar del impacto, la sangre rojísima y espesa rodeando su rostro y mis manos. Murió unas horas después en el hospital.

Días después fui a ver a los padres de Lucia, ellos me permitieron conocer su “alma”, reflejaba lo que ella fue. Era cálido, acogedor, con luz natural, de colores vistosos y con dulces en cada rincón. Esa tarde estallé en llanto, lloré lo que no lloré cuando presencie su final, lloré lo que no había llorado jamás. Vi su “obra de arte” eran dibujos realmente malos, como ella lo dijo una vez. También entre sus papeles escondidos encontré las hojas arrugadas que le ayude a recoger el día que la conocí. Las leí, eran pensamientos, mensajes que nunca fueron enviados. Memoricé el que más me gustó, El amor, de todos nuestros juegos es el único que amenaza con trastornar el alma, y el único donde el jugador se abandona por fuerza al delirio del cuerpo.El contenido del resto de las hojas estaba más que dirigidos a esa persona que no lo mereció. Confieso que sentí envidia así que me las llevé y dejé que se las comiera el fuego, no tenía sentido que existieran si nunca las leería él que inspiro tan hermosas palabras.

Fui al lugar donde sucedió el accidente y me paré en el sitio donde ocurrió todo. Lloré desesperada preguntándome por que tenía que vivir su ausencia de esa manera, me incline esperando un final igual cuando me encontré con el “objeto que tiró sin querer”, la rosa de plastilina seguía allí, intacta, la recogí y la llevé conmigo. La observe esa noche y muchas más. Pensaba en porque sucedían las cosas, en el destino, en el amor, en la felicidad, en la vida y en la muerte. Todas están encerradas en una cueva con entrada pero en la mayoría de los casos reales con la salida bloqueada. Pienso que Lucia salió de su “cueva”, sólo que le falto algo…

Varios meses después me dispuse a terminar lo que Lucia dejo pendiente. Entregué la rosa de plastilina a su dueño original y ése fue el punto final de su historia. Yo seguí mi vida, no sin haber dejado que Lucia me adentrara en una cueva con la salida bloqueada.



...c'est fini!

domingo, 10 de julio de 2011

Muchas... perras

Esta entrada hace parte del cine latino al que le debemos dar más chance. Viendo los últimos estrenos del cine en español me encontré con esta película, Perras un thriller, una montaña rusa emocional que revela la ética, la estética y la erótica de diez jóvenes sospechosas de una falta imperdonable. Historias sencillas que se unen para darle sentido a un final incomodo pero real, el reflejo de una verdad que arropa a la junventud actual. Una mezcla de distintas técnicas para darle vida, valor y distinción al film. Interesante puesta en escena, argumento y fotografía.

En momentos las historias se alargan más de lo necesario y se tiende a perder el interés en el argumento principal sin embargo el desorden en el transcurso de la historia no deja espacio para desconectarse ni un minuto. Historia fuerte y conmovedora, genera impacto sin mostrar ninguna escena vulgar (a pesar del titulo y la portada con la que venden el film) que desvíe la atención del espectador a entender el verdadero mensaje que encierra.


Pelicula Mexicana del 2011, bajo la dirección de Guillermo Rios.


Recomendada... disfrutenla!

sábado, 2 de julio de 2011

Sonrieme

Esta canción es de junio aunque para sonreir no existe un tiempo en particular. No hay mucho que decir, estoy feliz... recorriendo el camino que se ilumina solo para mi.

Prontico estaré volando bien lejos wuiiiiiiiiiiiiii!!!!!!... y empieza lo MEJOR. Ahí les dejo ;)



"...it's just smile". :)

miércoles, 25 de mayo de 2011

LA PERFECTA ESFERA RESULTO UNA PAPA (...y músicas de mayo)

El cielo se torno gris y de la nada empezó a llover, el frío... nunca sintió tanto frío y sin darse cuenta la lluvia no solo ocurría a fuera... también broto de sus ojos. Sus palabras fueron mas dolorosas que nada, cuando le vio el rostro, vio su debilidad en la mas alta magnitud, el engaño, vio como sus sueños se derrumbaban y se vio mas vulnerable que nunca.

Al salir la sorprende el brillo del sol, ese que sale a despedirse entre las 5 y 5:30 p.m., el que convierte el color verde de los prados, en un verde cálido después de mezclarse con su brillo, pero en esta ocasión ese fenómeno era desagradable y triste. Ya en la casa, dirigiéndose al dormitorio sin mirar a los lados, se fue desvistiendo hasta quedar envuelta por el frío de la noche. Agarró la toalla y entró al baño, allí solo anhelaba sentir el agua helada cayendo por la espalda y llevándose toda esa suciedad imperceptible por el ojo pero exageradamente obvia para el corazón. Algo de música para acompañar el atípico baño nocturno (error), cada canción que sonó era como obligar a su garganta a digerir un asqueroso trago de aguardiente. 

Duró mas de una hora en el baño, con el agua cayendo por los lados y una puerta que no dejaba de sonar (la podían tumbar, jamas la abriría). Pensó que el agua aliviaría la pena... salío del baño, mojado su cuerpo, mojado su rostro pero eran lagrimas que no se quisieron confundir con el agua... El siguiente paso era "como calmar la preocupación de su mamá, cuando le diga que no quiere comer", no podía comer, seguramente el estomago lo devolvería así como devolvió lo único que le había echado después de un dulce, agua. Vilmente la engañó, la dejó que viera como se echaba dos cucharadas de arroz a la boca y cuando no hubo testigos, busco una bolsa para echar la comida servida y llevarla al basurero principal del edificio, así no dejaría "huellas" del delito. Se acostó temprano, así nadie la vería y evitaría las insistentes preguntas. Necesitaba dormir sus pensamientos y mitigar el dolor que la embargaba. 

Hoy es un nuevo día, ayer pensó que estaría mejor... y no! aún ve sus sueños nublados y la tristeza no quiere soltarle la mano.



Esta canción me produce... lo que ya no me produce... sin embargo "por ti yo soñé... mi amor" y sigo soñando ;).

viernes, 6 de mayo de 2011

Estrategias o secretos para sobrevivir a la recesión

Hace algunos días, acompañaba un domingo en la mañana a mi papá mientras él ignoraba el desayuno, pues lo tenía entretenido el nuevo juguete que después de mucho buscar encontró en una librería el día anterior. Y claro quería compartir conmigo lo poco o mucho que ya hubiera exprimido de este juguete. El interesante juguete, un libro, "Las PEQUEÑAS grandes COSAS" de TOM PETERS - Gurú, en todo lo amplio de esta palabra. Es uno de los más influyentes líderes en temas como innovación, creatividad, talento y “nueva” visión corporativa.


Después de hablarme como típico niño feliz por presumir su nuevo juguete, nos detuvimos a reflexionar algunos de los contenidos de los capítulos del libro, llegando a la conclusión de que el contenido de este libro debería ser aprovechado por cada persona que sepa leer, sin embargo era difícil comprarles el libro a todos así que se nos ocurrió tomar uno de esos capítulos no tan extenso pero si muy jugoso para que sea aprovechado por cada lector interesado (ó no) en aplicarlo, no solo a su vida profesional sino también a su VIDA PERSONAL. Aquí les dejo la lectura (ojala no viole ninguna ley compartiendo esto con Uds. jijiji):


Lista presentada en mayo del 2009 (por Tom Peters). Cuando todas las estadísticas económicas eran horripilantes. Sin embargo, muchos señalaron inmediatamente que es tan pertinente en los buenos tiempos como en los malos.




  1. Llegue a trabajar más temprano.
  2. Termine de trabajar mas tarde.
  3. Trabaje más arduamente.
  4. Es probable que deba trabajar por menos; si eso sucede, deberá adaptarse a las circunstancias inconvenientes con una sonrisa – aunque por dentro sienta morir.
  5. Ofrézcase para hacer más.
  6. Estudie, aprenda, investigue más y más – y llegue siempre al trabajo con buena disposición.
  7. Disimule cuando la buena disposición flaquee.
  8. Practique literalmente a poner “buena cara” delante del espejo todas las mañanas y al entrar al baño a la mitad de la jornada.
  9. Imprima nuevo significado a la idea y a la practica intensiva de la “gestión invisible”
  10. Cuide mejor de si mismo y motive a los demás a hacer lo propio: el bienestar físico tiene un efecto sustancial sobre el bienestar mental y la capacidad de manejar la tensión.
  11. Haga caso omiso del alud de desgracias que se le vengan encima: compre por Internet una pala o un impermeable de segunda mano.
  12. Trate de olvidar los “buenos tiempos de antes” – la nostalgia es autodestructiva (y aburrida).
  13. Tranquilícese pensando que “esto también pasara”, pero acto seguido recuerde que puede tardar mucho tiempo en pasar; por tanto, debe aplicarse nuevamente a la tarea de hacer lo mejor con lo que tiene – el carácter se moldea casi totalmente con base en las reacciones a las circunstancias adversas.
  14. Llame por teléfono y después haga más llamadas y todavía más – y permanezca en contacto con todo el mundo y en la mente de todo el mundo.
  15. Invente cosas para apartarse de la rutina con relativa frecuencia, incluidas cosas “raras” – las “sacudidas” sirven para no dejarse arrastrar por la desesperación y aportan una óptica diferente.
  16. Evite deliberadamente todo exceso personal.
  17. Simplifique
  18. Dedique todo su esfuerzo a los detalles como nunca antes.
  19. Dedique todo su esfuerzo a los detalles como nunca antes.
  20. Dedique todo su esfuerzo a los detalles como nunca antes.
  21. Eleve las exigencias hasta el cielo y mantenga – cueste lo que cueste- la norma de Excelencia frente a las cuales evalúa impasible e infatigablemente su propio desempeño.
  22. Sea obsesivo cuando se trate de reaccionar ante la más mínima metida de pata.
  23. Busque la forma de estar cerca de los jóvenes y rodéese de juventud – los jóvenes por lo general no se afilian a la escuela de “se nos vino el cielo encima”. (La ingenuidad puede ser una bendición.)
  24. Aprenda nuevos trucos de su oficio.
  25. Transmita los viejos trucos del negocio a los demás – ser mentor adquiere mas importancia que nunca.
  26. Invierta grandes sumas en sus destrezas tecnológicas para manejar su “nube” de Internet – Web 2.0-Twiter-Facebook.
  27. Recuerde, todos los días, que esto no es algo para “superar” – es su Examen Final en Idoneidad, Carácter y Liderazgo, aunque no ejerza ningún cargo directivo. (La gente suele dar saltos muy grandes en poco tiempo durante las épocas difíciles.)
  28. Establezca redes como loco.
  29. Establezca redes como loco dentro de la compañía: conozca a tantas de las personas que “hacen el trabajo de verdad” como sea posible. Ellas podrán ser sus aliadas más confiables cuando sea necesario hacer las cosas rápidamente y sin tropiezos.
  30. Establezca redes como loco por fuera de la compañía: conozca a tantas de las personas que “hacen el trabajo de verdad” “más allá de los muros de su empresa”, en las empresas de sus proveedores y clientes. (Esas personas podrán llegar a ser y serán, sus mejores aliadas y defensoras.)
  31. Agradezca a los demás hasta el cansancio cuando sucedan cosas buenas – y acepte toda la responsabilidad cuando sucedan cosas malas.
  32. Sea amable pero no endulce las cosas ni oculte la verdad: los seres humanos pueden ser asombrosamente capaces de recuperarse, y los rumores matan el entusiasmo.
  33. Trate los pequeños triunfos como si fueran victorias en la Copa Mundial – y celébrelos y felicite a las personas de conformidad.
  34. No se lamente de las perdidas (haga caso omiso del hueco en el estomago) – súbase nuevamente al caballo y ensaye de nuevo.
  35. Evite a las personas negativas en la medida de lo posible – la contaminación mata.
  36. Reprenda vigorosamente a quienes insisten en diseminar la depresión, cuando le sea imposible evitarlos. (La depresión es lo último en “armas de destrucción masiva” cuando corren los tiempos de las vacas flacas.)
  37. Imprima nuevo significado a la palabra consideración.
  38. No imponga limites al presupuesto para las flores – “los colores alegres” hacen maravillas.
  39. Redoble y triplique sus esfuerzos por “meterse en los zapatos de sus clientes”. (En particular si los zapatos apestan.)
  40. Tenga cuidado con sus modales – y acepte la falta de urbanidad de otros como reflejo de su situación difícil.
  41. Sea amable con toda la humanidad.
  42. Mantenga sus zapatos bien embetunados.
  43. Deje en la puerta de la oficina el juego de la culpa.
  44. Delate con voz firme a quienes insisten en jugar el juego de la “política en al oficina”.
  45. Sea el dechado de la responsabilidad personal.
  46. Solo después de todo lo anterior podrá rezar.

Si lo notan cada punto de la lista es "obvio" pero que no siempre hacemos...deberíamos darnos la oportunidad de debatir y reflexionar cada punto con diferentes ejemplos para que juntos saquemos una enseñanza mas profunda de esto. Yo lo hice...


...gracias papi! por compartir conmigo momentos únicos e invaluables, por transmitirme y enseñarme a través de su experiencia y conocimientos tantas cosas que jamas se aprenderán en una escuela o universidad (a no ser que Ud. sea el profesor!)

domingo, 1 de mayo de 2011

Cancioncita de Abril

Mayo (...Dios se me ha pasado el tiempo volando), sin embargo esta canción pertenece a los días de abril.


Hace unas tantas semanas un compañero me ha preguntado por esta canción (por aquello de que ando aprendiendo el idioma) pero nunca escuché esta versión tan deliciosa cantada por un Colombiano claro! Aunque la versión original será la que aparecerá en los "libros de historia" yo si prefiero el sabor de mi tierra en esta canción y no la sensación de haberme cortado las venas después de escuchar la versión original. Como dato adicional esta canción hace parte de la banda sonora de un recomendado film colombiano "Te amo Ana Elisa".


Disfruto cada segundo de esta canción, aún más sus palabras en Francés (que no se me note la obsesión :P). La primer canción en Francés que comparto con Uds. de un repertorio amplio que tengo el gusto de poseer y el cual les haré conocer con el tiempo.



Disfrutenla!!!!!!!!

domingo, 10 de abril de 2011

CAPITULO VI. DIAS OSCUROS, LARGOS Y ABSURDOS


–Viernes, salí de clase, faltaba poco para que el reloj marcara las once de la mañana. Me dirigí a la única cafetería en donde podría comer un helado pero antes me topé con una amiga, hablamos no por más de quince minutos y continué mi camino hacia el helado. Boté los papeles que llevaba en las manos y en menos de unos segundos estaba “él” agachado a mi lado recogiéndolos. Agradecí su gesto mientras le pedía con mi mano extendía que devolviera las hojas de mis dibujos.– 


Esperaba ver esos dibujos pronto, a lo que ella negó con la cabeza. Continúo con su historia después de tomar un sorbo de agua y de nuevo se apagaron sus ojos.

–Dijo que eran muy buenos, (en realidad no lo son), así que levanté la mirada para así conocer al crítico de arte que brindó su ayuda. Era un niño! con ojos soñadores color café, cejas gruesas, nariz grande no muy bonita, labios colorados, y apostaba que eran dulces también.  No era muy alto, contextura delgada y su ropa como dos tallas mas de la que debería usar. No impresionaba a simple vista pero era agradable. Me invitó a sentarme en la mesa que ocupaba, tenía su labtop prendido para mostrar que “estudiaba”. En realidad no hacia mucho, y yo terminé redactando el final de un trabajo que debía tener mas contenido que solo pagina y media. No se porque le ayude, ni tampoco se como terminé pagando la impresión de ese trabajo y acompañándolo a almorzar.

Poco antes de la despedida, me dio su número y quedó abierta la posibilidad de otro encuentro. No pensé volverlo a ver, pero dos fines de semana después y gracias al plantón de una vieja amiga terminé llamándolo para hacer efectivo el encuentro ese día. Contestó con voz de recién levantado y sin saber con quien hablaba siguió la conversación. Después de un par de minutos le recordé quien era y no dudó al decir que me esperaba para ver película esa tarde. Quedé en llegar a las cuatro pero el reloj marcaba las seis cuando arribé. Para sorpresa mía estaba acompañado de otra niña, me sentí algo incomoda porque pensé que estaba haciendo mal tercio. Los tres nos acomodamos en la cama para el ya anunciado programa, pero solo dos terminaron mas cerca. Ella se fue y quedamos solos. Eran mas de las nueve de la noche bailamos un poco y después me invitó a “volar” cerca a la ventana de su habitación. Solo debía cerrar los ojos, sabiendo lo que pasaría los cerré sin vacilar y ahí comprobé el dulce de sus labios. Esa noche empezó el “idilio” –.

En ese momento entendí la razón de su llanto el día que la conocí.

–Su nombre es Benjamín. En menos de un mes ya conocía cada centímetro de su piel, me sentía parte de su vida, así como él ya lo era de la mía. Lo escuchaba, lo acompañaba, lo conocía todos los días un poco más. Estar con el, saciar su deseo, sentir su calor era un viaje a-Marte. Para mi se volvió una aventura estar a su lado, me encantaba la persona que era y el artista en el que se quería convertir. Sin embargo la entrega incondicional y el cariño que le profesé no sirvieron de nada. De un momento a otro sin preverlo me sacó de su vida. Borró todos mis sueños de los suyos, echó abajo lo que construimos sin importarle nada más que él mismo –.

Yo sentí un vacío indescriptible al saberla con dueño de los sentimientos más hermosos y no correspondidos a los que difícilmente yo lograría llegar. Me llené de impotencia al pensar que jamás tendría la oportunidad de acercarme como tantas veces lo habría echo ese personaje que no la valoró. De nuevo lloraba, era una llorona. La arropé en mis brazos y el contacto con su piel quemaba la mía. Quise que el momento se prolongara sin embargo su llanto rasgaba mi alma. Agarré su pálido y húmedo rostro para secar sus lágrimas y decirle que su sonrisa iluminaba la noche mas oscura, así que no mas lagrimas. Apetecí besarla y fue difícil contenerme. Suspiró y las lágrimas pararon. Cambié el tema para calmarnos y reír un poco, conté un par de chistes malísimos pero sirvieron, ella esbozó una sonrisa. Eran como las dos de la mañana, Lu tenía los acostumbrados ojos chiquitos después de llorar, se acomodó entre mis brazos y mi cuerpo era su espaldar. Extendió una sabana para abrigarnos del frío que ya se sentía y me sentí afortunada de vivir aquellos momentos con ella, apoyé mi cabeza en la suya mientras escuchaba el final de su historia.

–Confesó no poder estar únicamente conmigo, siempre necesitara de muchas más que lo complete como yo jamás podré… A pesar de su siniestra sinceridad yo continué a su lado, resignándome a ser “una más”. Pasé de ser “la novia” a ser “la que no es nadie”. No creí llegar hasta ese punto donde tuve que dejar de quererme para quererlo a él. Encontré problemas con mi familia, amigos, conmigo misma. Aún los tengo, el tiempo pasa y yo sigo igual, queriéndolo aún sabiendo que para él hace mucho deje de ser alguien, si es que alguna vez lo fui. La soledad me arropa y lo que más deseo es salir de lo que en un principio fue un palacio y ahora es una triste y oscura cueva en la que sólo entra el aire contaminado de su recuerdo –.

...


viernes, 1 de abril de 2011

Sabes como podrían tus manos jugar con el sol?

Ayer llegué a casa muy tarde y cansada, comí después me acomodé entre las sabanas para disponerme a dormir no sin antes hacer el acostumbrado "ritual para dormir" (entiéndase por prender la TV, pasar canales hasta ver la programación de todos para finalmente dejarlo en alguna película o novela fracasada que den a altas horas de la noche y así dormir BIEN). Mientras pasaba canales sin esperar encontrar nada bueno (como normalmente ocurre), me he topado con un film que vi hace tiempo, sin embargo recordé todo el argumento solo con ver a la protagonista y me ha sido imposible resistir a verla de nuevo apesar del sueño que me atrapaba, pues vale el trasnocho!.


La historia comienza de forma lógica, con un genial argumento triste y realista. Dos niños abandonados desde siempre, vagan por las calles buscando el hogar soñado que el destino les negó. Los protagonistas, una niña autista magistralmente interpretada y su hermano, un niño con trastornos de conducta cuya interpretación es soberbia,  la dureza de las circunstancias que los rodean los vuelven incapaces de vivir el uno sin el otro, los convierte en seres inadaptados pero a la vez completamente marginados por una sociedad que les ha rechazado. El miedo, la furia y la tristeza que transmiten es de una verdad arrolladora, es imposible no compartir con ellos cada sentimiento que se desprende minuto a minuto del film.


Destaco el argumento sencillo, una muestra visual de hechos tristemente comunes en el mundo, el abandono, la soledad, la violencia, la indiferencia, la frustración pero necesariamente mezclados con ingredientes como el compromiso, la búsqueda insaciable de un mundo mejor, la inocencia y como resultado de tantas acciones en el mundo después de una mezcla de ingredientes el AMOR. 


Existen ciertas escenas inconclusas o poco coherentes, también un sinsabor extraño por el curso que toma el "inusual cariño" que siente Joseph por su hermana (interesante de analizar) sin embargo no desmerita en absoluto la realización. La puesta en escena es una maravilla, escenas como la del árbol que se vislumbra a través de los ojos de la niña, el juego de sus manos con el sol o la escena final en la que ella se desinhibe de sus temores y deja que las manos de la gente rocen su rostro. Final tardío pero poético, recomendada!


Les diables, film francés del 2002, director: Christophe Ruggia.


Disfrútenla!

sábado, 26 de febrero de 2011

Por eso se llama... "presente"

Hace unos días cayó en mis manos una revista que contiene un artículo de Ramiro Valencia Cossio, el cual me han dejado de "tarea" para analizar y reflexionar. Me ha gustado tanto que es deber compartirlo con ustedes:


-Para este año que apenas comienza y cuando los propósitos nuevos aun están frescos, con mi deseo de un año de prosperidad y paz interior, les dejo este escrito cuyo autor desconozco, facilitado por mi amigo Juan Carlos Molina.


"Imagínate un banco que te da un crédito diario cada mañana de USD 86.400. El banco no traslada tu saldo de un día a otro. Cada noche borra de tu cuenta cualquier suma que no hayas usado durante el día anterior. ¿Qué harías? ¿Retirar cada centavo? ¡por supuesto!.


Cada uno de nosotros tiene ese banco. Su nombre es Tiempo. Cada mañana te da un crédito de 86400 segundos. Cada noche borra, como si fuera pérdida, todo lo que no hayas invertido en un buen propósito. No traslada saldos, no permite sobregiros. Cada día abre una cuenta nueva para ti. Cada noche quema el sobrante del día. Si no usas el depósito diario, tu pierdes. No se puede volver atrás. No permite retiros a cuenta del "mañana". Debes vivir en el presente de los depósitos de hoy. Inviértelos como si fueras a obtener lo máximo de salud, felicidad y éxito. El reloj está andando. Obtén lo máximo del día de hoy.


Para darte cuenta del valor de un año, pregúntale a un estudiante que no pasa de grado. Para darte cuenta del valor de un mes, pregúntale a una madre que haya dado a luz a un bebe prematuro. Para darte cuenta del valor de una semana, pregúntale al editor de un periódico semanal. Para darte cuenta del valor de una hora, pregúntales a los amantes que esperan encontrarse. Para darte cuenta del valor de un minuto, pregúntale a una persona que perdió el tren. Para darte cuenta del valor de un segundo, pregúntale a una persona que acaba de evitar un accidente. Para darte cuenta del valor de un milisegundo, pregúntale a una persona que haya ganado una medalla en las Olimpiadas.


¡Valora cada momento que tengas! Y valóralo más cuando lo compartas con alguien especial, lo suficientemente especial para que quieras gastar tu tiempo con esa persona.
Y recuerda que el tiempo no espera a nadie. El ayer es historia. El mañana es un misterio. El hoy es un regalo, por eso mismo se llama ¡presente!”-




...a invertir el tiempo!


martes, 22 de febrero de 2011

"FEBRERO"

Este mes ha pasado volando, agitado, divertido, uno de los mejores cumpleaños, fabulosos encuentros y claro un mes en el que no he dejado de escuchar una canción que eriza mi piel. Esta canción forma parte de la banda sonora de una película y es la melodía con letra perfecta para envolver la escena en la que se disfruta. No dejo de imaginar que algo así sucederá en alguna escena de mi historia "avec toi".

Me trae todo tipo recuerdos a tu lado e imágenes de eventos que aún no suceden. La escucho y me transporta a ese lugar y momento único en donde dos personas se vuelven uno y no dejo de soñar despierta con esas palabras sonando en el "ipod" una y otra vez... y al mismo tiempo unta mis fibras de una nostalgia que me hace extrañarte más que siempre por saberte lejos aún.



"...el día en que dejes de imaginar tocando su piel porque se ha convertido en tu realidad, no olvides hacerlo al ritmo de estas palabras con melodía." 


¡Je t'aime!



D-i-s-f-r-u-t-a-l-a-! 




domingo, 13 de febrero de 2011

CAPITULO V. NUESTRO HOGAR POR UNA NOCHE

Esperé tanto la noche de ese día, mi habitación era un espejito, estaba perfecta para que ella se sintiera como en la suya. Soy bastante “oscura” luego mi habitación es un reflejo de eso, así que la redecore un poco para bajar la intensidad de mi tendencia. Lucia llegó a las ocho treinta de la noche, llevaba en su espalda una mochila color púrpura con “El hada magica” como dibujo principal, era muy "bonita", pero nada para mi. En ella cargaba la pijama que luciría esa noche y los utensilios de aseo personal más un par de objetos para la vanidad femenina. Entró, saludó a mi mamá y a mi hermano mientras se iba presentando. Mamá encantada de conocerla, no muy seguido iba una “amiga” a quedarse al departamento. Mi hermano se enamoró al verla, se enamora de todas. Yo aceleraba el momento para terminar los formalismos y llevarla a mi cuarto para hacerlo nuestro hogar por esa noche.

Tenía pizza y muchos dulces de “ositos” para ella. Me dijo estar inquieta por conocer mi “alma”. Al entrar vi que abrió sus ojos en señal de asombro, -es sombría pero me gusta -. Su  habitación era clara y simplona no dejaba nada a la especulación, todo se veía al instante. Lo que más le gusto fue el mural de los dibujos; formas femeninas, anime, tattoos y frases cortas en idiomas no tan populares. Había otro par de murales uno donde pegaba los exámenes de la universidad y otro con empaques de productos de consumo masivo que encontraba tirados en la calle. Las lámparas de bombillos azules y rojos la intimidaron, eso dijo y por ultimo se sintió un peón en las paredes de ajedrez de mi habitación.

La cama era semidoble con un cobertor que era como otro colchón. Se sentó y ahí mismo se fue despojando el pantalón. Inesperadamente se desvestía ante mis ojos. Quedó con unas bragas negras que se ajustaban a su pequeña pero perfecta cadera. Lucia hablaba de su casa pero no presté mucha atención a lo que decía, pues lo que presenciaban mis ojos no me lo permitía. De repente me dio la espalda cruzó sus brazos para agarrar la blusa por los lados y la subió agarrando su cabello, dejando completamente desnudo su dorso. Mis ojos se abrieron para admirarla, las luces hacían su piel más apetitosa que siempre. Lamente no haber podido contemplar sus también pequeñas pero muy seguramente preciosas formas de enfrente, las cuales cubrió con su brazo derecho para alcanzar la mochila y sacar el vestidito lila de tiras que envolvería su piel un poco mas abajo de donde la cubrían sus bragas negras. “Mmm”, se eriza mi piel de solo recordarla. Nunca me había gustado una mujer hasta que conocí a Lucia.

Ella volteó su rostro para romper con mi silencio y preguntar – ¿te cambiarás? –. Pensaba en si se fijaría mientras me desvestía, así como lo hice con ella. Pareció no importarle pues salió por un vaso de agua para así darme tiempo de cambiarme. No tardé mucho, yo solo me quito el pantalón, el abrigo y quedo con la acostumbrada blusa blanca que siempre tengo debajo. Lucia me esperaba en el mirador de las “estrellas”, así le llamo después de ese día. Tenía la mirada perdida en el cielo que esa noche se rindo maravilloso para nosotras con miles de puntos brillantes puestos en el fondo azul oscuro que tenia la noche. Sugirió que comiéramos ahí, así que me devolví por la pizza y los osos, llevé un par de mantas y ella trajo varios almohadones. Hicimos del balcón una nube más, aunque no era nada oscura. Comimos sin dejar ni una migaja y de postre los “ositos”, los comimos hasta hartamos…, yo me harte porque Lucia los comía como adicta. Nos embriagamos de “ositos” de goma, reímos por comer tanto, reíamos de todo. Era la mejor noche que hubiera pasado en mucho tiempo. Lucia dijo estar “mareada” y colocó su cabeza en mis piernas, recogió las suyas y quedó viendo directamente el cielo. Paró de reír y preguntó, – ¿Cuándo fue la última vez que viste las estrellas con los ojos cerrados? –. Pensaba en una respuesta que le gustara, pero ella no demoró en contestar con otra pregunta, –¿Te cuento un cuento?–.

...dis-fru-te-n! o no.

viernes, 4 de febrero de 2011

La perfección no se trata solo de control. También se trata de dejarlo de lado

Se viven las fiestas y reconocimientos a lo mejor del séptimo arte en ese banal pero influyente mundo del espectáculo... y para hacerme participe de alguna forma de este festejo, hago mi buen aporte recomendando este tremendo largometraje, del director Darren Aronofsky: "Black Swan".


"El éxito, los sueños, los deseos son "la meta" y para llegar a ella debemos recorrer un sendero. Un sendero que visto desde un punto de partida tiene obstáculos, parece largo y oscuro pero tenemos la vista puesta en la meta y no dudamos en lanzarnos a recorrerlo. Lo mas difícil es toparse con el primer obstáculo y creer que no lo venceremos, aquí es donde muchos desisten y la meta se desvanece, pero si lo superamos nos dará mas temple para aguantar el siguiente obstáculo y así... no estamos exentos de que ésto se nos vuelva una obsesión y el camino para llegar a la meta pase de ser difícil a una pesadilla. Una pesadilla que juega con nuestra mente, cuerpo y espíritu. Una pesadilla que quizá nos aleje de la realidad y nos convierta en esclavos de nuestros temores y deseos reprimidos, llevándonos al borde de la locura una locura repleta de soledad y egoísmo".


Un argumento sencillo, sin pretensiones, es un film que atrapa con una maravillosa interpretación de la Portman complementándose del juego psicológico que propone el director. 






"...espero no enloquecer en busca de esa perfección imposible que pretendo alcanzar, alimentada por un cisne negro que llevo escondido bajo la piel y muchas veces quiere salir".


... a ver cine!

domingo, 23 de enero de 2011

"ENERO"

¡Uy! este mes ha sido pesado, con "subidas y bajadas", en un momento te puedes sentir tan bien que nada en el mundo te bajara de esa nube y en pocos días ni un "perrito bebe" te enternece y solo destellas mal humor, los churcos parecen sin vida y tus ojos están muy oscuros (lo mejor es que nadie se te acerque). Y para estos momentos solo puede venir una sola canción a mi mente que desenrede el nudo en el que se atascan mis pensamientos y doblegue mi mal humor proporcionándome esa fuerza y buena energía que necesito:



Gracias por compartir y enseñarme parte de lo que eres con música, todo lo que eres y te gusta es único por eso hay tanto de ti en mí.

sábado, 22 de enero de 2011

La canasta costosa


Esta vez quiero compartir con los lectores un articulo que leí hace poco en "el Malpensante"  del autor  Gabriel Zaid, seguro les será interesante y reflexivo.
 Los títulos universitarios han dejado de ser rentables: los recién graduados salen al mundo laboral llenos de deudas y con un diploma que ya no ofrece los mismos privilegios de antaño. ¿Cómo se justifica hoy en día la educación superior? 
Los servicios educativos, como todos los servicios no mecanizables, tienen un problema de costos crecientes. La atención personal es un lujo, y cuesta cada vez más.
El problema de fondo es que aumentar la productividad en los servicios de atención personal es menos fácil que en las manufacturas. ¿Qué puede hacer un psicoanalista o un maestro para aumentar su productividad? ¿Hablar más aprisa? ¿Dividir su atención entre un número mayor de alumnos o pacientes (como en la terapia de grupo)? ¿Reducir las sesiones a cinco minutos (como el psicoanalista Lacan o los maestros que llegan tarde y se van pronto)?
Mientras el costo de un computador ha bajado extraordinariamente en medio siglo, el costo de una hora de psicoanálisis o una hora de clase universitaria no ha bajado: ha subido. Paralelamente, en medio siglo, la demanda de educación superior ha crecido como nunca, y la carga del gasto educativo en el presupuesto familiar y social se ha multiplicado. Lo cual está llevando (hasta en los países ricos) a ver con otros ojos el gasto en educación superior. ¿Se justifica?
El apetito de saber no requiere justificación. “Todos los seres humanos nacen con apetito de saber”, dijo Aristóteles en la primera frase de suMetafísica. Pero otros griegos (los sofistas) pensaban que el saber es para prosperar; y ponían la muestra: prosperaban vendiendo educación superior. Los sofistas modernos venden títulos universitarios: credenciales de presunto saber. Está por verse que los graduados sepan más que los no graduados, o que produzcan más, pero ganan más. De ahí la gran demanda de credenciales que sostiene el negocio de la educación superior. Además, los países ricos tienen gastos universitarios elevados, mayor productividad y mejores sueldos, realidad que se aprovecha como sofisma vendedor: hay que aumentar el gasto universitario para que prospere el país.
Cuando los países se hacen ricos, pueden darse el lujo de tener gastos universitarios elevados. Pero no se volvieron ricos por eso. México y Japón tuvieron décadas de crecimiento económico acelerado con un gasto universitario muy bajo. Hoy, que gastan mucho más, crecen mucho menos. Una consecuencia lamentable de vender el saber como inversión rentable es que legitima a los que exigen rentabilidad y desprecian los estudios que “no producen”. Puesto que el saber es rentable, debe pagarse con resultados económicos.
La verdadera justificación no es económica: queremos saber. Nos mueve la curiosidad, el apetito. Es un lujo que nos damos en la medida en que podemos. Si te dejas llevar por el apetito de observar, leer, reflexionar, investigar, experimentar, criticar, hacer y aprender, ejercerás tu inteligencia, resolverás problemas y te divertirás mucho. No es imposible que de paso hagas dinero, ni estaría mal: es otro campo divertido de aprendizaje y creación. Pero lo importante es el apetito, que se puede frustrar y hasta perder.
Con loables intenciones, se ha querido generalizar lo que empezó como un lujo y sigue siéndolo. Pudo parecer razonable, mientras el lujo se extendía de una minoría ínfima (digamos, el 0.1% de la población adolescente) a una minoría diez veces mayor. Las dudas aparecieron cuando la educación superior se extendió a buena parte de la población. Y ya está claro que el modelo no es generalizable.
Los títulos universitarios dan ingresos privilegiados cuando permiten excluir. Pierden esa “ventaja competitiva” cuando se multiplican los graduados. Para mantenerla, hay la tendencia a no quedarse en la licenciatura: sacar una maestría; y no quedarse en la maestría: sacar un doctorado; y no quedarse en el doctorado: hacer estudios postdoctorales. La espiral sin fin se genera por una contradicción insuperable. No se puede privilegiar a todos sin hacer que el privilegio deje de ser un privilegio.
Si el 100% de la población tuviera un Bugatti, la “inversión” en diferenciarse sería absurda porque no habría diferencia. Además, no hay manera de aprovechar la “ventaja competitiva” cuando la prosperidad se vuelve embotellamiento: una mala pista para correr.
Si el 100% de la población tuviera educación superior, todos tendrían esa ventaja: nadie la tendría. Un taxista con doctorado puede ser más ameno, pero no avanza más aprisa, ni consigue empleo más fácilmente. Por el contrario, los estudios universitarios favorecen el desempleo, como está claro en muchas encuestas, y no solo en México. Por ejemplo, en el Reino Unido, según la Higher Education Statistics Agency (“Graduate unemployment higher than national rate”, The Guardian, 24 de agosto de 2005).
Cuando no se subsidia la educación superior, y el futuro graduado paga el costo de las colegiaturas endeudándose (como es común en los Estados Unidos), el mal negocio salta a la vista. Los graduados salen a buscar trabajo con aspiraciones difícilmente realizables y una carga financiera asfixiante. No lo encuentran, o no lo encuentran dentro de su especialidad, o no lo encuentran dentro de su nivel, o no ganan lo suficiente para pagar el lujo que se dieron.
La supuesta “inversión en capital humano” tiene rendimientos decrecientes. La escolaridad adicional aumenta el nivel de ingresos, pero menos que el costo de obtenerlos prolongando los años de escolaridad. En las estadísticas de muchos países puede verse que la educación básica es más rentable que la educación superior. Los años de escolaridad adicionales tienen rendimientos decrecientes para los estudiantes y para el país. Sin embargo, en México se gasta poco en la enseñanza de oficios y demasiado en educación superior.
La universidad conserva el lujo de su origen: el modelo inventado por los jóvenes de familias ricas que, en Bolonia, en el siglo XI, tuvieron la idea de asociarse y contratar maestros, bedeles y un local, en vez tomar clases particulares en casa de los maestros. Era un lujo ideal para la clase alta, poco generalizable para toda la población. El lujo se volvió más costoso y menos generalizable cuando (siglos después) los bedeles tomaron el poder y añadieron gastos desmesurados en administración, prestaciones sindicales, estadios, viajes y relaciones públicas. Como si fuera poco, inventaron el paquete vendible como una especie de canasta de Navidad. La canasta 23 incluye este conjunto de servicios educativos y requisitos curriculares que tienes que pagar si quieres el título 23. O la tomas o la dejas. Las posibilidades de pasar de una canasta a otra en distintas universidades, y aun dentro de la misma, son limitadas. Y si no compras la canasta completa, aunque te falte poco, no te damos el título.
Lo peor de esta mercadotecnia abusiva es el estigma que cae sobre los que no terminan, como si estudiar uno o dos años no tuviera valor por sí mismo. Entre los muchos “fracasados” que abandonaron la canasta a medias para hacer cosas de mayor interés, no faltan los que luego reciben doctorados honorarios (a veces de la misma universidad que abandonaron) como Octavio Paz, Woody Allen, Bill Gates y muchos otros que no necesitaron completar su licenciatura para llegar a donde llegaron. Hay listas en Google (The College Dropouts Hall of Fame) y en la Wikipedia (“List of college dropout billionaires”).
La rigidez de concentrar la venta del servicio en una canasta curricular obligatoria, en una ventanilla de entrega (el salón de clases) y en un horario, calendario y ciclo juvenil de cinco años (digamos) es una mala idea. A la cual se añadió otra: el profesorado de tiempo completo, que en algunas universidades hasta vive en el campus. Nunca faltaron médicos, abogados o ingenieros destacados que tenían el espíritu cívico de fortalecer su profesión dando clases. Esto conectaba la experiencia con la universidad, prestigiaba a los que daban clase y establecía contactos útiles para el reclutamiento y el empleo. El profesorado de tiempo completo desconectó la vida universitaria del mundo práctico, y la dejó en una isla.
En su mejor momento, la universidad como isla minoritaria y atractiva fue un paraíso artificial, lejos del mundo familiar y del mundo del trabajo. Se caminaba entre jardines, en un ambiente ideal para la vida intelectual, la amistad y los noviazgos en un largo viaje compartido, que luego se recordaría con nostalgia. Marcaba la vida personal y creaba lazos decisivos para la vida futura de una cofradía privilegiada. Lazos de especial importancia para aquellos que venían de otras tradiciones, de otras ciudades o de otros niveles de ingresos.
El paraíso aristocrático dejó de serlo cuando, ignorando su origen y naturaleza, se pretendió generalizarlo, aunque era un bien posicional, como los señalados por Fred Hirsch en Social Limits to Growth: si alguien descubre una aldea simpatiquísima con una playa maravillosa y sin turistas, el paraíso dura mientras no se sepa. Compartirlo con cien mil personas, cadenas hoteleras, líneas aéreas y urbanizadores lo destruye. No todo paraíso a escala uno sigue siéndolo a escala cien.
Para los que estudian, trabajan y pasan buena parte del día a las carreras de un lugar a otro, cuando no estacionados en un embotellamiento, la educación superior no es un paraíso: es un sacrificio aceptado con la esperanza de que se justifique. Pero, ¿se justifica?
El modelo original era práctico. Reducía el costo de la atención personal del maestro dividiéndola entre varios alumnos que escuchaban simultáneamente su lección: la lectura de un texto. En el siglo XI no existía la imprenta, que bajó extraordinariamente el costo de la reproducción oral y manuscrita de las lecciones; ni las grabadoras, ni las fotocopiadoras, ni la internet. Tampoco las ciudades congestionadas de automóviles. Ni las burocracias universitarias que cabildean presupuestos multimillonarios y negocian contratos colectivos.
Para recuperar el sentido práctico, hay que darle prioridad al apetito de saber y reducir radicalmente los costos, aprovechando los recursos modernos:
1. Eliminar la asistencia física a clases. Esto ya se hace en muchos países, incluso en México (Universidad Abierta de la Unam, Universidad Virtual del Tecnológico de Monterrey, Educación Superior Abierta y a Distancia de la Secretaría de Educación Pública, Universidad Virtual Liverpool de las tiendas El Puerto de Liverpool). La educación a distancia empezó, al parecer, en el siglo XVIII (un siglo de notables iniciativas editoriales) con cursos por correspondencia para taquígrafos. Los cursos se extendieron de los oficios a la educación superior y se fueron modernizando con otros medios: discos y cintas de audio, cederrones y devedés enviados por correo.
Ahora se aprovecha la internet, tanto de texto, como de audio, como de video, con “asistencia” simultánea o diferida (archivos descargables). Los cursos pueden permitir preguntas en el acto y en presencia de todos en una videoconferencia, como en un salón de clases. Pueden ser interactivos de otras maneras, trabajando a solas. También pueden permitir consultas telefónicas o por correo electrónico. Y pueden completarse con reuniones personales.
Eliminar la asistencia física permite extender a bajo costo la educación superior y crea oportunidades de estudio para las personas que tienen problemas de horario, que viven lejos (incluso en aldeas remotas o en otros países), que no pueden salir de su casa por atender a niños o enfermos, o porque están inválidas o en prisión. Con grandes ahorros para los alumnos y la universidad. La Open University del Reino Unido, por ejemplo, atiende a unos 180.000 alumnos con una planta total (académica y administrativa) de unas 5.000 personas (www.open.ac.uk y Wikipedia).
2. Eliminar la concentración de la enseñanza en el tiempo. La coincidencia en horarios y calendarios (exigida por la coincidencia física) produce congestionamientos (horas pico, temporadas pico) y poco uso de las instalaciones escolares fuera de esos momentos. Concentrar la educación en un bloque de cinco años consecutivos también genera costos innecesarios.
Desde un punto de vista puramente financiero, es mejor diferir parte de la inversión (los últimos tres años, digamos) para aprovechar pronto los rendimientos de la parte inicial. Un ciclo acreditable de los dos primeros años que, al terminar, permita empezar a trabajar reduce la inversión y acelera la recuperación.
Desde un punto de vista experimental, también es preferible dividir la inversión en dos o más tramos para reducir el costo de equivocarse, y para tener la oportunidad de cambiar de rumbo sin desperdiciar demasiado.
Desde el punto de vista de los conocimientos, la acumulación en un solo bloque los vuelve menos frescos, tanto para el estudiante que los olvida como para aquellos conocimientos que se vuelven obsoletos. Cuando los satélites eran cosa de ciencia ficción, un profesor de ingeniería demostró en el pizarrón por qué era imposible lanzarlos: acelerar lo suficiente para vencer la gravitación con una carga vehicular, además de la carga del combustible necesario. Y tenía razón, con los combustibles entonces conocidos.
El apetito de saber requiere cerebro y nada más para muchos problemas. Para otros, hace falta experiencia. Muchos conocimientos que parecen remotos cuando no se tiene experiencia se vuelven interesantísimos cuando en la práctica se ha vivido el problema.
El apetito de saber dura toda la vida. Estudiar cinco años antes de trabajar treinta no es mejor que estudiar dos, por lo pronto, y medio día por semana el resto de la vida.
 3. Eliminar la canasta obligatoria. Los paquetes en oferta de las tiendas no son abusivos si los productos incluidos también se venden separadamente. Lo son cuando el producto gancho (el que más demanda tiene) no se vende suelto, obligando al cliente a comprar cosas que no le interesan.
El producto gancho de la educación superior es el título universitario. Todos los abusos (incluso algunos muy descarados: trámites finales que se inventan para cobrar más antes de soltar el título) surgen de la claridad comercial sobre qué prefiere el mercado: las credenciales de saber, más que el saber.
El extremo opuesto está en las bibliotecas públicas y librerías. El lector busca lo que le interesa sin esperar diplomas por los libros que leyó. Muchas bibliotecas mejoran su oferta compilando listas recomendables sobre los temas de interés para el lector. En la oferta de cursos universitarios se puede hacer lo mismo: ofrecerlos separadamente y sugerir series recomendables, pero no obligatorias.
Celebrando la imprenta, Thomas Carlyle escribió en Los héroes, V: “La verdadera universidad hoy es una colección de libros”. Después de la imprenta, ¿se justifica todavía la universidad? Lo más que puede hacer un maestro universitario por nosotros es lo mismo que un maestro de primaria: enseñarnos a leer. Pero hoy los universitarios no leen. Las universidades tienen otra orientación. Son ante todo vías trepadoras que venden credenciales de saber para subir, acompañadas (como todo producto gancho) de una oferta curricular que redondee el paquete y parezca justificar la credencial. Si se limitaran a vender los mismos cursos sueltos, se les caería el negocio.
Ivan Illich en La sociedad desescolarizada propuso prohibir que los solicitantes de empleo fueran discriminados por no tener credenciales. Sería justo, y devaluaría las credenciales a favor de la capacidad real y demostrable. Pero no parece fácil legislarlo frente a los cabildeos de instituciones y sindicatos que defenderían ferozmente el negocio.
No se puede ignorar que la demanda de credenciales deriva de una confusión entre el apetito de saber y el deseo de progreso. El título y el automóvil son símbolos poderosos, casi religiosos, de la cultura del progreso. Por eso, las universidades y el tráfico seguirán empeorando y costando cada vez más. Los lujos masificados resultan más costosos que lujosos.
Por eso hay que resignarse, por ahora, al negocio de los títulos universitarios. Pero no a que el negocio arruine lo principal: el apetito de saber. Hay opciones para evitarlo: flexibilizar el menú de las canastas. Quitarle presupuesto al campus en favor de la universidad virtual. Favorecer la educación a tiempo parcial durante muchos años, con títulos parciales sobre la marcha. Introducir el aprendizaje serio de un oficio durante la preparatoria y no permitir el ingreso a la educación superior a quien no demuestre su capacidad como carpintero, herrero, electricista, plomero.
Si todos los universitarios fueran capaces de practicar un oficio, su desarrollo intelectual sería mejor. La inteligencia es corporal. La conexión entre la mano y el cerebro fue decisiva para la evolución de la especie. Además, prestigiar los oficios como hobbies que demuestran pericia y perfección, que son muy apreciados y hasta se prestan a concursos tendría consecuencias sociales deseables. Por lo pronto, igualitarias. La habilidad manual, como la práctica de los deportes, no hace distingos sociales. Una persona socialmente importante puede resultar muy poca cosa en el ejercicio corporal.
Otra consecuencia deseable estaría en los costos y el empleo. En los oficios hay más oportunidades de empleo inmediato, incluso por cuenta propia, combinables con las oportunidades de educación superior en universidades virtuales. Estas combinaciones sí son generalizables para toda la población sin costos asfixiantes.

lunes, 10 de enero de 2011

CAPITULO IV. LA NIÑA MANUELA

–Pasó hace unos años, cumplí 15. Mi papá murió ese año y mamá se fue a vivir a Leticia con su hermana, según ella no soportaba el “dolor”. Dejó a mi hermano a cargo de todo. Vivíamos en una casa enorme, papá nunca estaba en ella ya que andaba en búsqueda de la felicidad efímera que le daban esas tantas mujeres que conoció y lo dejaron en la ruina. Por eso se suicido él muy cobarde. De la época que viví con él solo recuerdo los lujos y a mamá llorando en el baño después de que él salía de la casa. Ella tenía la idea tonta de creer que dejándolo “tranquilo” conseguiría tenerlo a su lado, sin importar las humillaciones a las que se veía sometida. Pensó que con el tiempo las cosas cambiarían. Nunca notó que papá hacía mucho tiempo atrás dejó de estar a su lado. Yo la culpaba de todo, si hubiera actuado en el momento que empezaron los engaños, él aún estaría vivo. Ella terminó creando una “cueva” en la que vivió mucho tiempo y de la que tuvo que salir dolorosamente con esa muerte. Yo perdí totalmente el rumbo de mi vida con la partida de ella. La odiaba y odiaba todo a mí alrededor, así que fue fácil dar con gente que encontrara ese estado atractivo.

Lo llamaban Eddie, se acercó una de esas tantas noches que pasé fuera de casa. Recuerdo que el ruido era insoportable, la gente entraba y salía del lugar. Me gustó la forma en que se acercó, así que le dí mi nombre y en menos de un par de horas ya tenía mi lengua en su boca. Empecé a salir con el día y noche hasta asumir su ritmo de vida. Conocí de cerca todo tipo de toxicas locuras en su máxima y más dañina expresión. El, las escapadas de la realidad y ese mundo de aparente libertad fueron consumiendo mi vida. Mi hermano vio como me iba a pique y quiso intervenir obligándome a entrar en una clínica para adictos, así que para safarme arme vida con Ed. Mi hermano cortó mi fuente de ingresos y ya sin dinero “el personaje aquel” no dudo en dejarme. No tenía a donde ir así que tuve que entrar a la entretenida clínica de “gente con problemas”. Al poco tiempo Ed fue a buscarme y escapé. Saqué las cosas de valor que poseía en casa, desocupé las cuentas que tenía a mi nombre y se lo entregué todo a mi alucinante raptor. El era mi día y noche, soportaba todo tipo de insultos por estar a su lado. Creía en todo lo que decía y me aterraba la idea que me dejara. Era una autoflagelación vivir así; atorarme con pepas era lo único que suavizaba la vida que llevaba.

Muchas veces creí que mi vida era el producto de una gran equivocación del destino. Era como si todas las fuerzas invisibles se hubieran confabulado contra mí. Me hallé envuelta en ese laberinto cruel de nuestra vida diaria. Confundida la mayoría de las veces, atormentada el resto, traté en vano de encontrar un espacio entre los otros seres humanos que respiraban y se movían a mí alrededor y así perdí lo poco que tenia de vida, perdí todo. Mi hermano llegó a la “lujosa suite” donde vivía, alguien lo llevó al desagradable lugar para que me sacara de allí. Casi mata al falso héroe de mi historia y yo… terminé internada de nuevo.  Consiguió una orden para que no se volviera acercar, yo estaba convencida que me “adoraba” y encontraría la forma de sacarme. Mi hermano lo apartó definitivamente con unos tantos pesos. Ahí se derrumbó mi mundo otra vez.

Cuando terminó el tratamiento clínico al que me ví sometida durante meses y meses, decidí buscar mi vida debajo de tanto escombro. Me costó tres años salir de esa cueva oscura y sucia en la que entre guiada por mi necesidad de afecto y protección –. Respiré profundo y terminé el relato. Lucia agregó, –gracias por confiar en mi Manuela –. Le pregunté como supo mi nombre pues no me había dado chance de decírselo. Rió y dijo, –la primera vez que fui a buscarte, el celoso dijo: “¿busca a la niña Manuela?”, y como no sabía tu nombre, supuse que él sí, pues nos vio juntas la noche anterior y al rato bajaste –. Hubiera preferido que me preguntara. Antes de irme la invite a dormir al apartamento la siguiente noche a lo que ella aceptó sin pensarlo mucho.

...