viernes, 1 de abril de 2011

Sabes como podrían tus manos jugar con el sol?

Ayer llegué a casa muy tarde y cansada, comí después me acomodé entre las sabanas para disponerme a dormir no sin antes hacer el acostumbrado "ritual para dormir" (entiéndase por prender la TV, pasar canales hasta ver la programación de todos para finalmente dejarlo en alguna película o novela fracasada que den a altas horas de la noche y así dormir BIEN). Mientras pasaba canales sin esperar encontrar nada bueno (como normalmente ocurre), me he topado con un film que vi hace tiempo, sin embargo recordé todo el argumento solo con ver a la protagonista y me ha sido imposible resistir a verla de nuevo apesar del sueño que me atrapaba, pues vale el trasnocho!.


La historia comienza de forma lógica, con un genial argumento triste y realista. Dos niños abandonados desde siempre, vagan por las calles buscando el hogar soñado que el destino les negó. Los protagonistas, una niña autista magistralmente interpretada y su hermano, un niño con trastornos de conducta cuya interpretación es soberbia,  la dureza de las circunstancias que los rodean los vuelven incapaces de vivir el uno sin el otro, los convierte en seres inadaptados pero a la vez completamente marginados por una sociedad que les ha rechazado. El miedo, la furia y la tristeza que transmiten es de una verdad arrolladora, es imposible no compartir con ellos cada sentimiento que se desprende minuto a minuto del film.


Destaco el argumento sencillo, una muestra visual de hechos tristemente comunes en el mundo, el abandono, la soledad, la violencia, la indiferencia, la frustración pero necesariamente mezclados con ingredientes como el compromiso, la búsqueda insaciable de un mundo mejor, la inocencia y como resultado de tantas acciones en el mundo después de una mezcla de ingredientes el AMOR. 


Existen ciertas escenas inconclusas o poco coherentes, también un sinsabor extraño por el curso que toma el "inusual cariño" que siente Joseph por su hermana (interesante de analizar) sin embargo no desmerita en absoluto la realización. La puesta en escena es una maravilla, escenas como la del árbol que se vislumbra a través de los ojos de la niña, el juego de sus manos con el sol o la escena final en la que ella se desinhibe de sus temores y deja que las manos de la gente rocen su rostro. Final tardío pero poético, recomendada!


Les diables, film francés del 2002, director: Christophe Ruggia.


Disfrútenla!

No hay comentarios:

Publicar un comentario